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martes, 8 de mayo de 2012

Alfa Romeo Arna ¿Incomprendido o incomprensible?


Todo comenzó en 1980 cuando el presidente de Alfa Romeo, Massacesi Héctor, y el de la de Nissan, Takashi Ishihara, firmaron un acuerdo para dar vida a la empresa Alfa Romeo Nissan Automobiles SpA. 

El objetivo de esta empresa conjunta era el de crear, en la planta de Pratola Serra (AV), lo más pronto que se pudiese, un nuevo auto mediano. La firma japonesa ofrecía la carrocería, mientras que Alfa aportaría la mecánica. Esto produjo el primer problema, el signo de una aventura destinada a terminar mal ...

Cuando los ingenieros comenzaron el montaje, se dieron cuenta que la carrocería del Nissan Pulsar necesitaba modificaciones profundas para poder albergar la mecánica propuesta por Alfa Romeo, lo que implicaba retrasos en el proyecto y un aumento de gastos inesperados.

Los cambios más importantes se realizaron en la parte delantera, para adaptar los elementos de la suspensión. El sofisticado tren delantero ofrecido por Alfa Romeo, incluía suspensión independiente de tipo Mac Pherson, con muelles helicoidales montados en triángulos oscilantes con varillas verticales y amortiguadores hidráulicos.



A pesar de los trastornos, en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1983, se presentaría el “Alfa Romeo Arna”. El auto medía 4metros de longitud, 1,62 metros de ancho y 1,34 metros de altura. Había tres versiones disponibles: L (tres puertas), SL (cinco puertas) y TI (tres puertas). Los dos primeros con el motor de 1.186 cc bóxer de 63 caballos capaz de alcanzar los 150 km / h. En cambio el Ti, disponía del más potente bóxer de 1350 cc 86CV y alcanzaba los 170 km / h.

En las tres versiones se montaba el mismo grupo caja-transmisión utilizados en la más apreciada Alfa Romeo 33. Por último, el sistema de frenos incorporaba servo-freno con discos delanteros y tambores atrás. Es de destacar que la carrocería era tratada con zincrometal, lo que supuestamente solucionaría los problemas de corrosión que infestaban a los Alfas de aquellas épocas.

Las soluciones técnicas fueron buenas, y el auto se comportaba perfectamente bien, tanto en carretera como en ciudad , no obstante el fracaso fue rotundo, la producción cesó a los dos años y medio.

Probablemente, la causa principal de semejante fracaso fue su diseño, la estética del auto no logró excitar los corazones de los fans de la marca, y el público en general lo vería como un engendro…


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