El sueño de cualquier coleccionista o aficionado a los autos clásicos es, sin duda, encontrarse un galpón abandonado con uno o varios clásicos de rechupete. Y si es un Ferrari "de los caros", mejor que mejor, ¿no crees?
Pues este sueño tan repetido en nuestras noches se ha hecho realidad para Bobby Goins, que se encontró un Ferrari 212 Ghia cabrio de 1952 en un granero de Michigan.
Lo curioso es que el señor Goins no es muy aficionado a los clásicos, por lo que lo llevó, en el mismo estado que lo encontró, a una exposición de autos clásicos cerca de Chicago, y allí se lo sacó de encima, sin ningún cargo de conciencia, por la módica suma de 150.000 dólares.
A seguir soñando, nunca se sabe...
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