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viernes, 1 de junio de 2012

Crítica: Fiat Qubo 1.4 Dynamic (por Autoblog)


Sevel ha vuelto. Pero a no inquietarse. No se trata de aquella Sevel que fabricaba autos de pobre calidad y que terminó sus días salpicada por algún que otro escándalo judicial. Hablamos de la otra Sevel, la europea, mucho más productiva y respetada que la Argentina, aunque no exenta de algunos traspiés.

La Sevel del Viejo Continente nació en los años ’80, como una alianza entre Fiat, Peugeot,Citroën, Talbot, Lancia y Alfa Romeo para producir vehículos de pasajeros (como la saga de monovolúmenes 806, Ulysse, Phedra, C8) y utilitarios de carga (Expert, Ducato, Boxer,Jumper).

Debido a las bajas ventas y a los errores comerciales de varios de los socios, los monovolúmenes fueron discontinuados y el joint-venture siguió adelante sólo con Fiat y PeugeotCitroën, concentrados apenas en los utilitarios.

Sevel -la buena- hizo una sola excepción para el segmento de los pasajeros con el Proyecto LAV (Vehículos para Actividades Recreativas, por sus siglas en francés). Así surgió, en 2007, una nueva familia de vehículos conocidos como Fiat Qubo, Citroën Nemo y Peugeot Bipper. Comparten plataforma con el Fiat Punto europeo, que es algo diferente a la del Punto brasileño.

Se fabrican en Tofaş, la planta automotriz ubicada en la localidad turca de Bursa, y que pertenece al grupo Fiat y a la familia Koç. Allí, además, se producen los gemelos Opel Combo y Fiat Doblò. Este último también podría llegar a la Argentina.

Por lo pronto, el único modelo Made by Tofaş que se comercializa en nuestro país es la Fiat Qubo, tanto en su versión de pasajeros como de carga (Fiorino Qubo). Su comercialización arrancó con demoras debido a complicaciones en la homologación (ver nota), pero la Qubo está a la venta oficial en nuestro país desde abril pasado.

Autoblog manejó una Qubo 1.4 Dynamic durante una semana y la crítica completa se reproduce a continuación.

Por fuera

Mide 3,96 metros de largo, 1,72 de ancho y b de alto. Su distancia entre ejes es de 2,51metros.

Tanto por precio como por asociación libre, el público tiende a posicionar a la Qubo como competidora directa de las Citroën Berlingo, Peugeot Partner y Renault Kangoo, que se venden en la Argentina –y con pocos cambios- desde hace más de una década.

Sin embargo, la Qubo es más chica que todas ellas. Las Partner/Berlingo, por ejemplo, tienen una distancia entre ejes casi 20 centímetros mayor.


Entonces, ¿la Qubo pertenece al mismo segmento o no?

Técnicamente, se ubica un escalón por debajo. Pero, en términos de equipamiento, precio y percepción del usuario, sí es un rival válido.

Y, como se verá más adelante, es un contendiente que no merece ser subestimado.

Para aclarar esta confusión, hay que decir algunas verdades: las Berlingo/Kangoo/Partner que se venden en nuestro país ya son vehículos obsoletos. Fueron reemplazadas en el resto del mundo por generaciones más modernas y grandes, que compiten con la Fiat Dobló.

Pero, justamente por ser más moderna y grande, cuando llegue la Dobló a nuestro país su precio será bastante superior. Por todo esto es que la pequeña Qubo parte en desventaja en términos de dimensiones.

Pero sólo pierde en ese rubro. En diseño, se nota -y mucho- la juventud frente a sus colegas franceses. Sus líneas son más estilizadas, los vidrios están colocados más al ras de la carrocería y se permite algunas excentricidades, como el paragolpes delantero lanzado hacia adelante.

Es como el labio inferior de la Mulatona.

Esta solución -que resulta chocante al comienzo, pero a la que uno se acostumbra con rapidez- deja al motor y las ópticas más resguardados en caso de impacto. Y ayuda mejorar la protección de peatones en caso de atropello.

Atención: tampoco es cuestión de salir a topetear vecinos por la calle. Un paragolpes completo de la Qubo –sin fijaciones ni colocación- cuesta 2.540 pesos.

Por dentro

La menor distancia entre ejes frente al trío galo se nota bastante en el espacio para los pasajeros de las plazas traseras. El lugar para las piernas es correcto en la Qubo, aunque más reducido en comparación con sus rivales. Lo mismo ocurre con el ancho a la altura de los hombros.

La altura con respecto al techo es enorme y brinda una agradable sensación de espacio. Semejante altura está pensada para que la versión Fiorino tenga más espacio de carga, pero en la variante de pasajeros no ofrece mayor utilidad.

A no ser que tu familia coleccione sombreros de copa.


Las diferencias en el baúl juegan a favor de Fiat: la Qubo tiene una capacidad de 650/2.500 litros (con o sin los asientos plegados), mientras que la Kangoo tiene 600/2.600 litros y las Partner/Berlingo 586/2.800 litros.

En todos los casos, se trata de espacio más que suficiente. Es un vehículo ideal para llevar de viaje a esa clase de personas con propensión a mudarse cada fin de semana. Por más que el paseo tan sólo consista en ir a cargar nafta.

Las barras en el techo están pensadas para enganchar un portaequipajes con facilidad y las puertas (las dos traseras, corredizas) dejan amplios huecos para que tanto carga como personas accedan al interior sin esfuerzo.

El puesto de conducción es otro tema. El amplio parabrisas ofrece una vista privilegiada del camino, el volante se regula en altura y profundidad, la butaca se regula en altura y hasta tiene ajuste lumbar. Muy completo.

Pero aquellos que tengan piernas largas sufrirán con una saliente interior de la puerta. Para dejar más a mano el apoyabrazos, el picaporte y los levantavidrios, los diseñadores de Fiat instalaron un grueso balcón en la parte interna de la puerta, que impide extender la pierna izquierda con comodidad.

La calidad de los materiales y la insonorización del habitáculo de la Qubo superan con facilidad a sus tres rivales francesas. Y el equipamiento no tiene nada que envidiarles.

La Qubo de pasajeros viene en la versión Active (80 mil pesos) con aire acondicionado, dirección asistida, cierre centralizado, levantavidrios eléctricos delanteros y llantas de chapa con neumáticos 185/65 R15.

Por 950 pesos se puede agregar el Pack Confort (butaca del conductor con regulación altura/lumbar, apoyabrazos central delantero y red de fijación de equipaje en el baúl). Con 980 más se agrega el sensor de estacionamiento y con 390 pesos, los faros antiniebla.

El equipamiento exclusivo de la versión Dynamic (95.600 pesos) consiste en: espejos retrovisores de regulación eléctrica y calefaccionados, espejos exteriores del color de la carrocería, llantas de aleación con neumáticos 195/55 R16, equipo de audio integrado con sistema Blue&Me/Bluetooth/USB y el sistema EcoDrive.

El único opcional disponible en todas las versiones es la pintura metalizada, que cuesta 420 pesos extra.

Seguridad

Acá radica una de las principales virtudes de la Qubo frente a su competencia. Todas las versiones vienen de serie con frenos ABS, cuatro airbags (dos frontales, dos laterales), cinco apoyacabezas y anclajes Isofix en el asiento trasero. Excelente.


En Europa, la Qubo también se ofrece con control de estabilidad, pero este dispositivo no llegó a la Argentina para lograr un precio final más competitivo. Una lástima.

De todos modos, su equipamiento de seguridad es ejemplar, teniendo en cuenta que algunos de sus rivales del mercado argentino no tienen frenos ABS en ninguna versión (Kangoo) y ofrecen el doble airbag frontal sólo en las versiones más equipadas (Kangoo, Partner y Berlingo).

Motor y transmisión

En la última década, PeugeotCitroën y Renault invirtieron poco y nada en la plataforma de sus utilitarios, pero su gama de motorizaciones es bastante más interesante de lo que ofrece la Qubo.

La Fiat viene con el veterano 1.4 litros con ocho válvulas, de origen PSA. Fue actualizado en la inyección electrónica multipunto y en la admisión, para reducir el consumo de combustible y alcanzar el nivel de emisiones Euro 5. Pero su desempeño es bastante limitado.


Entrega 73 caballos de potencia a 5.200 rpm y 118 Nm de torque a partir de 2.600 rpm.

Aunque a veces parece encontrarse en franca retirada en nuestro mercado, la mecánica diesel sigue siendo muy buscada por los usuarios de este tipo de vehículos –sobre todo si se va a destinar al trabajo-, pero Fiat decidió no ofrecer esta variante en la Qubo.

Peugeot y Citroën también ofrecen esta misma motorización 1.4 8v (aunque con 75 cv y 120 Nm de torque a 2.800 rpm), pero además tienen el 1.6 16v naftero de 110 cv y el muy recomendable 1.6 HDi de 92 cv.

Renault, por su parte, ofrece en la Kangoo el 1.6 16v naftero de 95 cv y el 1.5 turbodiesel de 65 cv.

Queda claro: si Fiat pretende convertirse en un rival de peso en este segmento, la Qubo estará obligada a ofrecer más opciones mecánicas

Comportamiento

La Qubo no tiene la mecánica más potente y su peso en orden de marcha es unos 50 kilosmás elevado que el promedio de sus rivales. Eso se siente a la hora de manejarla, pero no tanto como indican los números.

La cabina bien insonorizada, un tren delantero robusto y una estabilidad muy superior a la competencia hacen que la experiencia de manejo sea toda una sorpresa.

Es cierto: hay que trabajar más con la palanca de cambios para sacarle el mejor rendimiento el motor, pero la confianza que transmite al volante no la ofrece ninguno de sus competidores.

Alcanza una velocidad máxima de 153 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 15,5 segundos. Son valores pobres para un auto de pasajeros de este precio, aunque no hay que olvidar su planteo multipropósito.

Me sorprendió en especial la estabilidad en curva y la capacidad de frenado. La dirección no es deportiva ni pretende serlo, pero es precisa y absorbe bien las irregularidades del camino.


Lo que voy a decir a continuación parece un argumento de marketing gastado, pero es cierto: la Qubo tiene reacciones más cercanas a un auto que a un furgón.

Pero no basta con decirlo, también hay que demostrarlo. Creo que el mejor argumento de ventas que pueden ofrecer los concesionarios de Fiat es una prueba de manejo de la Qubo. Los interesados en este segmento deben probarla antes de descartarla.

El motor trabaja a 3.500 rpm a 120 km/h, pero en ningún momento se lo siente ruidoso o forzado. De hecho, el motor no se oye cuando está regulando. Así de bien trabajada está la insonorización.

El consumo me pareció aceptable, con una media de 6,2 litros cada 100 kilómetros.

Me quedé con las ganas de probar el Eco:Drive, el sistema de información sobre el desempeño del vehículo. La cosa es así: durante cinco días, la memoria del auto almacena datos sobre velocidad, aceleración, distancias recorridas y uso de la caja de cambios. Toda esa información se descarga después en un pendrive y se vuelca en una web especial, donde un software formula sugerencias para mejorar el manejo y reducir el consumo de combustible. El sistema viene de serie en la versión Dynamic.

Logré activar el sistema y registrarme en el sitio web para analizar los datos. Pero nunca logré pasar los datos del auto al pendrive. Y el sistema de ayuda por voz desarrollado porMicrosoft no hizo más que complicarme la tarea. Es otra señal del apocalipsis de Autoblog.

Conclusión

Más allá de la ausencia de motorizaciones más potentes y de sus plazas traseras un poco más pequeñas, resulta casi obvio decir que la Fiat Qubo es una propuesta más moderna y recomendable que las veteranas Renault Kangoo, Citroën Berlingo y Peugeot Partner.

El equipamiento de seguridad, la calidad de terminación y la estabilidad en ruta conforman una relación precio/producto mucho más interesante. No olvidemos, además, que la Qubo paga un 35% de impuesto aduanero por ser importada de Turquía. Y su precio no difiere tanto de sus rivales fabricadas en la Argentina.


Lo que ya no es tan obvio es que la Qubo resulte una propuesta incluso más atractiva de lo que plantean algunos monovolúmenes del mercado. Dejando una vez más de lado la motorización, en habitabilidad, calidad de terminación, insonorización y seguridad supera a veteranas en retirada -como la Chevrolet Meriva-, pero también a flamantes arribos -como laCitroën C3 Picasso-.

Sus prestaciones no entusiasman, pero la Qubo aprueba con buena nota en su propósito más básico: es un vehículo simpático, seguro y espacioso para crucerear en familia.

Y, a modo de yapa turca, deja en claro off-side la obsolescencia de sus rivales Made in Argentina.

1 comentario:

  1. A mi parecer es muy linda, cómoda y útil. Yo tengo una empresa personal de música y necesito transporte, me compre la qubo y me salio muy bien, tengo colegas que tuvieron problemas pero se los solucionaron al toque, hay mucha variedad de precio, hay que buscar bien, yo compre la mia en Demotores y encontre un precio muy copado..

    Saludos

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