Fiat Mefistofele (1908)

234,97 km/h; una cifra que casi cualquier coche "meridianamente deportivo" actual puede fantasear con lograr. Pero cuando este Fiat SB4 logró tal marca en 1924, convirtiéndose en el coche más rápido de todos los tiempos. Para conseguirlo contaba con un motor Fiat A.12 de 22 litros de cilindrada que otorgaba al tren trasero 320 caballos, controlados por un simple freno de diferencial.

El coche no logró el récord a la primera, pues a pesar de superar todas las marcas con una cifra de 230 por hora, fue descalificado por carecer de marcha atrás. Modificado para cumplir con lo que se le reclamaba, el Mefistofele logró su hazaña y pasó a los libros de historia.

El coche ahora vive "de normal" en el Centro Storico de Fiat.

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